«Por desgracia, no somos
seres suspendidos en pompas de jabón, errabundos y felices en el aire; hay un
antes y un después en nuestras vidas, y ese antes y después pone trampas a
nuestros destinos, se posa entre nosotros como una red sobre la presa. Es cierto,
muy cierto: las culpas de los padres caen sobre los hijos, las de los abuelos
sobre los nietos, las de los bisabuelos sobre los bisnietos….» ( “Donde el
corazón te lleve” — Susana Tamaro)
Viendo
inminentemente cerca el final de su vida, Olga decide dedicar su último aliento
y reservas de energía en escribir una carta a su adorada nieta. Una carta que
con el paso de los días se va volviendo el más largo y sensiblero testimonio de
una anciana que se arrepiente de muchas cosas en su vida. Sabiendo que no es
demasiado agradable las conversaciones con ella y que como siempre no la querrá
ni ver, ni escuchar; Olga le deja un regalo para que pueda comprender cuándo la
ha querido toda la vida.
Las
páginas que escribe esta aristócrata de Trieste, están cargadas de
pensamientos, sentimientos, debilidades, aspiraciones, soledad, esperanza y
amargura. Todo cuanto nunca pudo terminar de curar, está contemplado allí.
«Donde el corazón te lleve» es un buen libro con una trama sencilla, pero
interesante. Cargado de mucho sentimentalismo; lo cual lo hace especial e íntimo.
Sin lugar a dudas, tal despliegue de realidad, constituye en un interesante estudio
de las emociones humanas cuando la vida está al borde de ser solo una historia
más no contada.
Su estilo es limpio, pulcro y bastante ordenado; con ideas
desmembradas de toda una vida de experiencias. Con una riqueza de narración que
sería un verdadero pecado el no leerlo.
La realidad envuelta en la miel de su narrativa se vuelve mucho más digerible,
pero no por eso menos dañina.
En mi opinión, es un libro que no debería estar fuera de la estantería de todo lector.