viernes, 10 de mayo de 2013

"Oblivion"


DIRECTOR: Joseph Kosinski
REPARTO: Tom Cruise, Nikolaj Coster-Waldau, Morgan Freeman, Olga Kurylenko
GÉNERO: Ciencia ficción

SINOPSIS: Año 2073. Hace más de 60 años la Tierra fue atacada; se ganó la guerra, pero la mitad del planeta quedó destruido, y todos los seres humanos fueron evacuados. Jack Harper (Tom Cruise), un antiguo marine, es uno de los últimos hombres que la habitan. Es un ingeniero de Drones que forma parte de una operación masiva para extraer los recursos vitales del planeta. Patrulla diariamente los cielos como parte de su misión, y nada inusual sucede hasta que su vida da un cambio cuando rescata a una desconocida mujer de una nave espacial. La llegada de esta joven desencadena una serie de acontecimientos que lo obligan a cuestionar sus convicciones y lo hacen responsable del destino de la humanidad. 

« He  lanzado mi dinero a un pozo sin fondo del que nunca voy a obtener beneficios »

Con solo el inicio ya tienes un puñetazo en la mandíbula que te deja knockout en el primer round de la pelea. Nos encontramos hablando de una tierra perdida para los humanos del que solo queremos y necesitamos el agua. Hablamos de contaminación nuclear, de la Gran Guerra, del medio ambiente destruido y de un panorama post-apocalíptico aterrador; pero, curiosamente, Harper no necesita de cascos de protección, no necesita pasar por un proceso de desinfección antes de volver a casa, puede tocar absolutamente todo lo que se le ocurra, jugar lo que se le antoje y ¡Plash! No se contamina. No hay absolutamente nada de malo en el aire que respira, ni en el agua que bebe. Cuando, por el contrario, su fiel compañera Victoria no quiere absolutamente nada que venga de la superficie de la tierra.

 Y no solo eso. Nos topamos con locaciones de “renovación de la tierra” —cabe indicar que es interesante que en 60 años, la tierra haya podido renovarse a una velocidad luz—, en la cual no ha pasado aparentemente nada. El agua es tan cristalina como en el cuento de hadas más bonito.  Harper  —Tom Cruise— tiene un paraíso personal en un tipo de oasis verde, en la mitad de toda esta calamidad. Y esta casa, no es cualquiera, no. Tiene una chimenea de piedra negra volcánica. El último grito de la moda para cualquiera con una billetera llena. Según vamos encontrando, nos topamos con: tierra arenosa y amarillenta, cráteres de la guerra, fábricas y lugares semiderruidos,  todo muy bonito; pero aún así, en mi opinión, no se justifica los paisajes con la historia, ni tampoco se adapta a la “trama” de la película. Pero bueno, simularemos que creemos que Kosinski  nos ha sido engañado y trabajamos para el enemigo.

¿Luego qué? Ah, sí. Nos topamos con cuatro personajes super importantes para el desarrollo de la trama en la tierra: Jack Harper (Tom Cruise), Victoria (Andrea Riseborough), Julia Rusakova / Harper (Olga Kurylenko), Malcolm Beech  (Morgan Freeman)

Los primeros dos, completamente superficiales que tienen el cerebro por las puras, porque están “reprogramados” para hacer exactamente lo que se les ordene. Lo que “Sally” les ordene; sin cuestionamientos, sin lógica, sin nada. Simplemente hacerlo. Okay, sinceramente, no lo veo tan terrible. Les han borrado la memoria y eso justifica de alguna forma la construcción plana de los personajes. No podemos pedir filósofos  o intelectuales cuando se han convertido en gente robotizada. Pero de todas maneras me sigue sonando mal.

El Personaje de Julia Rusakova es demasiado curioso para mi gusto. Aparece en el momento preciso en la que Harper está comenzando a tener dudas y sus recuerdos están “despertando”. ¿Es atraída por una onda? ¿Una onda carroñera? ¿Por qué ahora y no antes? ¿Cómo lograron saber que estaba en esa ruta de orbita si han estado perdidos en el espacio como por 60 años?  Y lo más curioso de todo es que, en el intermedio de toda esta locura que es la trama de la película, la “Central Tet” es a ella a la que quiere: ¿para qué la quiere? ¿Qué tiene ella que necesita el tet como para hacerla entrar a ella y a Harper? ¿Por qué de pronto se vuelve tan importante, tan necesaria? —Otra de las cosas que la película, sin duda, no termina de justificar—

Freeman. Actorazo, que se equivocó de película. Realmente, su papel es uno de los personajes del que esperaba más. Creo yo, que esperaba más de él porque representaba al padre sabiduría en la tierra. Conocía el teje y maneje de todo. Cada historia, cada momento, cada fecha. ¿De dónde obtuvo ese conocimiento? ¿Cómo sabía que cosa era el tet? ¿Por qué vivió tanto si pasaron casi 60 años o más, antes que pasara eso? Ok, Era un cadete de primer año ¿Cuántos años podría tener? ¿18? ¿17? Si consideramos que la primera exploración fue hecha por Harper  y su tripulación en el  2017 y ya estaba el triángulo —2073-2017 = 56 —. El personaje fácilmente podría estar oscilando entre los 70 y 80 años.  ¿No es un poco, bastante viejo para un personaje tan vital como el que vemos en el film, considerando que ha pasado por las peores etapas de la destrucción y contaminación terrestre?  Hablando de su psiquis ¿Por qué un personaje que las hace del padre del conocimiento tiene tantas dudas y tantos huecos?

Luego tenemos otra gran mamarrachada: La de los clones. Eso me ha hecho recordar mucho a la película “La Isla” en la que se crean clones de los seres humanos para que sean utilizados de refrigeradoras vivientes para cuando a sus dueños originales tengan alguna enfermedad. Estos dos —un chico y una chica tienen la idea que van “a la isla” y los otros amanecen siempre en el paraíso. Pufff… No sé, me sonó demasiado. Además de ser un aporte en el que nada bueno se saca. Aunque cabe indicar que si no fuera por estos clones, especialmente por el 52, no tendríamos que aguantar el sosísimo epílogo  que lo único que hace es hacer que enrolles los ojos y te preguntes en qué maldita hora fuiste a comprar la entrada para esa película.  Volviendo al tema de los clones. Esta premisa que ha podido ser interesante se utiliza con  tanta premura que no llega a completarse. Aparece en el  film con la intención de sacarte de cuadro, de darle un plus, y un tipo de cambio a la historia; pero lo cierto es que nuevamente queda en nada, pues solo se habla de ella en dos ocasiones  —en la batalla entre Tom y Tom; y, cuando el Tet tiene un estilo de panal de abeja donde se comienzan a incubar los nuevos Jimmys Harpers y las nuevas Victorias. Pero no se explica nada más. Lo que te deja imaginar que esos clones son renovados cada cierto tiempo, cuando posiblemente comiencen a recuperar la memoria o causen problemas —Tal como lo hicieron con la primera Victoria al destruirla—. Lo cual también te deja con el pensamiento que: ¿Cómo es posible que una inteligencia superior como la del triángulo tenga la tecnología y conocimiento para crear drones y “acabar” con la especie humana, pero no para quitarles la memoria completamente?

En cuanto al personaje del “villano”… ¿Una supercomputadora malvada? ¿En serio? Pero, vamos ¿quién la creó? ¿De dónde viene? ¿Por qué necesita el suministro hídrico para subsistir? ¿Cómo ha exterminado otros dos planetas si fue instalada en la tierra por la misma tecnología humana? ¿Al final, es humana, es intergaláctica?

Sobre la trama… ¿existe? La verdad es que todo se queda en puras opciones que no terminan de completar, ni de cuadrar, ni de nada.

Pensé que al ser una película de Sci-fi, la tecnología y todos los efectos especiales serían muy chéveres, pero la verdad es que me pareció bastante simple y más a lo que nos tienen acostumbrados. Sobre la nave de Harper, me parece haberla visto en Star War, y la persecución de los drones es muy al estilo de —nuevamente— Star War 2 y 3…
En fin, ha podido estar mejor. Ni siquiera me pareció entretenida, porque a partir de la media hora, estuve casi viendo la hora cada nada para ver a qué hora terminaba. 


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